Pequeño poema jurídico- Miguel Dorelo
Tus ojos, tu piel,
Tu boca, tu mirada:
Asesinos por naturaleza,
Deberían ser juzgados sin contemplaciones.
Desearía ser fiscal, su señoría.
Y también defensor de oficio,
Pedir la pena máxima y
Aportar las pruebas
Que la absuelvan,
Apelar si fuese necesario.
Pero es sabido que
Como víctima fatal
El derecho no me ampara.
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